Minas de Wanda
Recostada sobre el caudaloso río Paraná, permite a sus visitantes apreciar este singular atractivo a cielo abierto o al “natural”, como se denomina habitualmente esta clase de yacimientos que se encuentran prácticamente sobre la faz de la tierra.
Fuimos recibidos por un guía local, quien se encargó de llevarnos por todo el corredor donde se encuentran las piedras semi-preciosas mientras nos relataba su origen y conformación química.
A medida que transitamos el predio, nos fuimos sorprendiendo con los distintos colores y formas de las piedras que encontrábamos. Así, observamos piedras con prismas hexagonales, bipiramidales y octaedros. En las vetas de las minas de Wanda se ha descubierto sobre todo amatista, que posee un color casi violáceo. También se han encontrado topacios, ágatas, jaspes y cristales de roca.
Luego de recorrer el yacimiento, fuimos invitados a pasar a la sala de exposición y venta de las gemas, donde las piedras semipreciosas son transformadas para ser utilizadas en joyería.
De esta manera culminamos nuestra visita a las famosas minas de Wanda, donde pudimos admirar la extraordinaria obra que la naturaleza creó hace millones de años modelando tesoros que hoy se convierten en brillantes artesanías que recorren el mundo.
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